La alopecia es para muchos, y para cada vez más, un problema al que se le quiere poner solución. Aunque es más común en hombres, también se dan bastantes casos en mujeres, y puede desarrollarse a cualquier edad normalmente a partir de los 20. Sufrir alopecia con 50 años es de lo más común y, sin embargo, hay quienes se preguntan si merece la pena ponerle solución con esa edad. ¿Es efectivo un injerto capilar si tengo alopecia con 50 años o se me volverá a caer el pelo?

Desde Hospital Capilar, clínica capilar especialista en injerto capilar en Madrid, Pontevedra y Murcia, te contamos cómo es recomendable actuar cuando tienes alopecia con 50 años y si realmente es eficaz un trasplante capilar con esa edad.

Cómo frenar la alopecia con 50 años

La alopecia es una enfermedad que provoca la destrucción de los folículos pilosos de tal forma que el pelo cae y no vuelve a crecer. Esto genera áreas sin pelo o calvas que, en función del tipo de alopecia del que se trate, se le podrá poner solución recurriendo a un tratamiento u otro. En cualquier caso, es importante que sea un profesional médico especialista en medicina capilar quien determine qué proceso seguir.

El tipo de alopecia más común, sobre todo en hombres, es la alopecia androgénica. Ésta es de carácter hormonal y genético y provoca la caída progresiva del cabello. Si los síntomas o efectos que padecemos cuando tenemos alopecia con 50 años son, sobre todo, la pérdida del cabello en coronilla, entradas y frontal, lo más probable es que se trate de este tipo de alopecia.

Los andrógenos, u hormonas masculinas, son los causantes de la miniaturización del pelo y posterior destrucción del folículo piloso. ¿Esto tiene solución en caso de sufrir este tipo de alopecia con 50 años? La respuesta es sí según nuestros médicos. Para ello, es importante acudir a una clínica capilar en la que recibir un diagnóstico médico personalizado para determinar cuál es el mejor tratamiento a seguir en cada caso particular.

Uso de fármacos orales

En la actualidad existen varios fármacos de consumo oral con los que es posible estabilizar la alopecia. Requieren de receta médica, por lo que debe ser un profesional quien lo recomiende. Son muy efectivos ya que frenan la caída del cabello y engrosan el pelo miniaturizado que aún no ha caído.

Tratamientos médico capilares sin cirugía

Otra de las opciones para frenar la alopecia con 50 años son los tratamientos capilares. Éstos sustituyen al consumo de fármacos orales y, aunque debe ser el médico quien determine la pauta a seguir, normalmente es necesario una sesión con un intervalo de tiempo de unos pocos meses entre una sesión y otra. Es una opción muy cómoda para aquellas personas que no les gusta el consumo diario de medicamentos.

En Hospital Capilar disponemos del HRT, o Hair Redensification Treatment, y CRT, o Capillary Regeneration Treatment. Son tratamientos capilares altamente efectivos, sin necesidad de cirugía, de dermoinfiltración en el cuero cabelludo mediante microinyecciones. 

¿Merece la pena un injerto capilar con 50 años?

Los fármacos y los tratamientos médico capilares son el perfecto aliado para estabilizar la alopecia con 50 años. Pero en ningún caso harán que vuelva a crecer pelo en las zonas donde se perdió. El único método por el cual sí es posible recuperar el cabello perdido por una alopecia es el injerto capilar. Pero, ¿merece la pena un implante capilar con 50 años? Sin lugar a dudas, sí.

El éxito de un implante capilar no depende de la edad, sino de la minuciosidad del estudio tricológico previo, así como de la habilidad del cirujano y el posoperatorio que lleve el paciente. Si el equipo médico, independientemente de la edad, confirma la viabilidad del trasplante capilar y espera unos resultados exitosos, merecerá la pena.

Un trasplante capilar consta de una serie de etapas por las que el paciente pasa de la mano del equipo médico.

Diagnóstico capilar previo

Lo primero de todo, como hemos comentado antes, es el análisis capilar. En él los expertos evalúan el estado general del cuero cabelludo del paciente, el grado de alopecia según la escala Hamilton Norwood en hombres o la escala Ludwig en mujeres, y determinan si el paciente es apto o no es apto para la intervención. En caso de que la cirugía sea viable, comienza el preoperatorio del injerto capilar donde es necesario tener en cuenta varias cuestiones para que la cirugía sea lo más exitosa posible.

Diseño de la zona receptora

El día de la intervención el médico realiza el diseño de la zona receptora teniendo en cuenta los gustos y preferencias del paciente, así como su fisionomía. En los límites marcados es donde se implantarán los folículos y crecerá el nuevo pelo.

También se diseña la zona donante, es decir, el área de donde se van a extraer las unidades foliculares necesarias.

Aplicación de la anestesia local

El injerto capilar es una intervención ambulatoria que no requiere de anestesia general, únicamente se aplica anestesia local. Ésta suele ser la única parte que puede causar ciertas molestias y, por este motivo, en Hospital Capilar ponemos a disposición de nuestros pacientes un servicio de preanestesia con el que conseguimos reducir el dolor de la propia aplicación de la anestesia considerablemente.

Extracción de las unidades foliculares

El equipo sanitario procede a extraer las unidades foliculares de la zona que no está afectada por la alopecia. Esto se lleva a cabo con un instrumento especial, un punch con micromotor, que permite extraer uno a uno los folículos sin dañar la zona en exceso. Cuando se extraen, se colocan en placas de Petri para una mejor conservación.

Fase de incisiones

Una vez extraídas las unidades foliculares necesarias, el cirujano realiza las cavidades en la zona receptora donde se implantarán los folículos. Esto supone un ejercicio de precisión por parte del médico.

En Hospital Capilar realizamos las incisiones con bisturí de zafiro ya que nos permite una mayor precisión y mejores resultados, ya que reduce el sangrado y favorece la cicatrización.  

Implantación de las unidades foliculares

El último paso de un injerto capilar es la fase de implantación de las unidades foliculares. Una vez finalizado, comienza el posoperatorio en donde el paciente debe cumplir con todas las indicaciones médicas para evitar posibles complicaciones que pueda afectar a la estética de los resultados.