El implante capilar es, indiscutiblemente, la solución definitiva a la calvicie. Son muchos los hombres y mujeres que recurren a esta intervención para volver a verse con cabello en aquellas zonas donde dejó de crecer naturalmente. Se trata de una cirugía que exige que se cumplan ciertas condiciones para garantizar el éxito de los resultados, como el estado de la zona donante o el estadio en el que se encuentra la alopecia. En este sentido, ¿es posible un injerto capilar con enfermedades infecciosas?

Entendemos como enfermedades infecciosas aquellas provocadas por microorganismos como virus, bacterias, hongos y parásitos. La transmisión ocurre de diferentes maneras dependiendo del tipo de enfermedad del que se trate. Lo mismo sucede con la gravedad de los síntomas, depende del estadio en el que se encuentre la enfermedad, así como de la salud general de la persona que la padece.

En los casos en los que una persona sufre algún tipo de alopecia y desea someterse a un injerto capilar pero padece una enfermedad infecciosa surge una duda clave: ¿puede o no se puede realizar un injerto capilar con enfermedades infecciosas? ¡Te damos la respuesta a continuación!

¿Se puede realizar un injerto capilar en pacientes con enfermedades infecciosas?

El injerto capilar con enfermedades infecciosas sí es posible. Eso sí, deberá ser un médico experimentado en el sector quien determine en cualquier caso la viabilidad de la intervención.

Nuestros médicos aseguran que para poder realizar un injerto capilar con una enfermedad infecciosa ésta debe estar controlada. Además, es muy importante avisar al equipo médico de esto ya que deberán tomar medidas extraordinarias de prevención, así como saber la medicación y sintomatología del paciente para tenerlo bajo control médico en todo momento.

¿Cómo es un injerto capilar en pacientes con enfermedades infecciosas?

El injerto capilar en pacientes con enfermedades infecciosas se realiza de la misma forma sin apenas diferencias con respecto a las cirugías en personas sin patologías de este tipo. No obstante, en estos casos se deben extremar las medidas de precaución para no perjudicar la salud del paciente. El equipo médico al cargo del implante capilar también debe cumplir con una serie de medidas para evitar contraer la enfermedad.

En Hospital Capilar disponemos de un quirófano completamente habilitado para pacientes con enfermedades infecciosas. Cuenta con su propio sistema de ventilación con el que reducimos el riesgo de que la persona contraiga cualquier tipo de germen que pueda perjudicarle.

Nuestro equipo médico cumple con un estricto protocolo para velar por la seguridad del paciente y por la de ellos mismos. Así, todo el personal al cargo de un injerto capilar en un paciente con alguna enfermedad infecciosa usa doble guante, batas desechables, mascarillas y pantallas de protección.

En definitiva, un injerto capilar en pacientes con enfermedades infecciosas únicamente se diferencia del resto en las medidas de seguridad adoptadas por el equipo médico, así como en el uso de instalaciones preparadas para ello. El proceso del implante capilar es el mismo y consta de los siguientes pasos. 

Rasurado de la cabeza

Lo primero que se lleva a cabo en un injerto capilar es el rasurado de la zona donante y receptora. El cabello se deja con un largo aproximado de 1 o 2 milímetros para facilitar la extracción e implantación.

En los casos en los que se lleve a cabo la intervención con DHI únicamente se procede al rasurado de la zona donante en forma de una pequeña ventanita disimulable con el largo del pelo.

Uso de anestesia local

El trasplante de cabello no requiere de hospitalización y no necesita de anestesia general. Únicamente se emplea anestesia local, por lo que el paciente permanece consciente y despierto durante toda la cirugía.

Esta fase suele ser la más molesta del injerto capilar. Por ello, en Hospital Capilar disponemos de un exclusivo servicio de preanestesia con el que reducimos el dolor de la inyección de la propia anestesia considerablemente.

Extracción de las unidades foliculares necesarias

Lo siguiente que se lleva a cabo es la extracción de las unidades foliculares pertinentes para cubrir toda el área afectada por la calvicie. Estos folículos no están afectados por la alopecia, por lo que una vez implantados no se caerán.

La extracción se lleva a cabo con un punch con micromotor y, según se van extrayendo, las unidades foliculares se colocan en placas de Petri para una mejor conservación.

Realización de las incisiones

El cirujano al cargo de la intervención realiza las incisiones en la zona receptora con un bisturí de zafiro. Esto supone un ejercicio de precisión por su parte y requiere de un equipo médico altamente cualificado y experimentado.

Implantación de los folículos

El último paso con el que se da por concluida la cirugía es la implantación de las unidades foliculares en los orificios realizados por el médico cirujano.

Una vez implantado el pelo, comienza el postoperatorio del injerto capilar en el que el paciente deberá cumplir con todas las indicaciones médicas para garantizar el éxito de los resultados.