Porosidad del cabello: ¿Qué hacer si mi pelo es poroso?

¿Qué es la porosidad del cabello?

La porosidad del cabello se entiende como la capacidad que tiene el pelo de absorber y retener la humedad, además de otras sustancias del exterior. El grado de porosidad del cabello viene determinada por la capa exterior de la fibra capilar denominada cutícula. En función de la apertura, flexibilidad y estado de la cutícula se tendrá un tipo de porosidad u otro, ya que esto es lo que permite que el agua y otras sustancias como aceites penetren y salgan del cabello.

Otro tipo de factores como la genética, los tratamientos químicos como tintes o decoloraciones, la influencia medioambiental, los productos capilares que usemos y la rutina de cuidado capilar que llevemos a cabo diariamente también influyen en la porosidad del cabello.

Tipos de porosidad del pelo

Cada persona tiene un tipo de porosidad del cabello en función de las escamas de la cutícula y de factores exógenos como el cuidado capilar o la agresión con tintes y fuentes de calor. En función de la apertura de esa cutícula, podemos clasificar el cabello en función de su porosidad en tres tipos: pelo de porosidad alta, media y baja.

Porosidad alta

La característica principal de los cabellos con porosidad alta es la falta de hidratación de los mismos. Esto se debe a que a su cutícula abierta que hace que absorban fácilmente la humedad, pero que también la pierdan con la misma rapidez. Esto hace que el pelo esté más seco, enredado y encrespado o, lo que es lo mismo, con el conocido frizz.

Porosidad media

Los cabellos con porosidad media cuentan con una cutícula más flexible, lo que hace que la humedad penetre en el pelo con mayor facilidad y permanezca en la fibra capilar. Esto hace que el pelo con porosidad media sea el más sencillo de cuidar y no requiera un mantenimiento considerable ya que la cutícula tiene una apertura perfecta para mantener una correcta hidratación del cabello.

Porosidad baja

En el cabello de porosidad baja es más difícil que el agua penetre en el cabello, además de dificultar la absorción de productos capilares ya que cuenta con una cutícula más cerrada y entrelazada. Es por esto por lo que este pelo tarda más en mojarse y son más propensos a acumular suciedad. Sin embargo, este tipo de pelo retiene durante más tiempo la humedad cuando se ha hidratado.

Cómo reducir la porosidad del pelo

Saber cómo reducir la porosidad del cabello es clave para mantenerlo hidratado y saludable. Aunque dependiendo del tipo de porosidad del pelo deberemos optar por unos productos u otros, a grandes rasgos es fundamental adoptar una serie de medidas para evitarla.

Reducir el uso de fuentes de calor

Es recomendable reducir el uso de fuentes de calor como planchas, secadores y rizadores de pelo para evitar un posible daño a la cutícula que haga que se seque la fibra capilar. En caso de usarlos, se aconseja aplicar un protector térmico antes del secador para reducir el impacto en la cutícula.

Limitar los tintes

Los tintes, mechas, decoloraciones y alisados permanentes tienen una composición agresiva para el cabello. Es por esto que se recomienda limitar su uso o, si es posible, optar por tintes que incluyan ingredientes de origen natural para minimizar el impacto en la fibra capilar.

Seguir una correcta rutina de cuidado capilar

Una de las claves para mantener la porosidad a raya es seguir una buena rutina de cuidado del cabello con productos acordes a nuestro tipo de pelo. En función del tipo de porosidad del cabello que tengamos, se recomienda el empleo de determinados productos.

Para los cabellos con porosidad baja es fundamental emplear productos ligeros que hidraten en exceso. Es recomendable emplear champús formulados con ingredientes como aceite de almendras, de coco o mascarillas de proteínas. Además, es muy útil aclarase el pelo con agua caliente para que la cutícula se abra y el producto penetre adecuadamente en el cabello.

Por otro lado, las personas con el pelo de porosidad alta deben emplear productos anti frizz, hidratantes y fortalecedores con formulaciones a base de soja, arginina o queratina. En estos casos, es recomendable aclarar el cabello con agua fría para cerrar la cutícula.

En el caso de cabellos con porosidad media, basta con seguir una rutina de cuidado básica sin necesidad de aplicar activos altamente hidratantes como los mencionados anteriormente. Sí que se recomienda emplear un tratamiento hidratante como mascarillas de manera quincenal, y optar por champús sin sulfatos que puedan dañar la fibra capilar.