La creciente demanda en cirugías capilares ha provocado que, cada vez con mayor frecuencia, nos animemos a preguntar y solicitar información sobre esta técnica. Ofrece muy buenos resultados, pero no todos los pacientes son aptos para someterse a este tipo de intervención, por lo que existen determinados criterios mediante los cuales el equipo médico determina la viabilidad de la cirugía. ¿El color del pelo es uno de ellos? ¿El injerto capilar en pelirrojos es viable?

En el blog de Hospital Capilar, expertos en injerto capilar en Madrid, Murcia y Pontevedra, te contamos hasta qué punto es viable un injerto capilar en pelirrojos y si ofrece unos buenos resultados. ¡A continuación!

¿Es efectivo un injerto capilar en pelirrojos?

El color del cabello no suele ser un impedimento para un trasplante capilar, por lo que sí es efectivo un injerto capilar en pelirrojos siempre y cuando el equipo médico así lo considere, igual que con el resto de casos. Es decir, un paciente con el cabello rojo natural sí puede realizarse un injerto capilar con unos buenos resultados estéticos. Eso sí, en caso de que el pelo sea excesivamente claro, el equipo médico puede pedir que se tiña un par de días antes de la cirugía porque, al igual que ocurre cuando se tienen canas en un implante capilar, el pelo muy claro es inapreciable a nivel microscópico lo que complicaría la cirugía.

Los principales condicionantes que pueden hacer que un implante capilar no sea viable son:

• La calidad de la zona donante, es decir, de donde se extrae el cabello. Si es muy pobre, con pelo fino y falta de cantidad, es posible que los médicos no aprueben el trasplante capilar
• Una zona receptora excesivamente amplia. Es decir, si se necesitan más unidades foliculares para implantar de las que se pueden extraer, el resultado no será el esperado.
• Patologías en el cuero cabelludo, las cuales pueden retrasar la intervención e incluso cancelarla.

Procedimiento de un injerto capilar

Tras conocer que un injerto capilar en pelirrojos sí es posible, lo siguiente que podemos cuestionarnos es, precisamente, cómo se lleva a cabo esta intervención. En Hospital Capilar seguimos un estricto protocolo mediante el cual se realiza desde un estudio tricológico del paciente para determinar el estado de su cuero cabelludo, como un seguimiento posoperatorio con curas y tratamientos capilares. 

Valoración de la viabilidad del implante capilar

Como hemos mencionado anteriormente, lo primero que se lleva a cabo cuando acudimos a una clínica capilar para someternos a un injerto capilar es una valoración médica. En Hospital Capilar este primer diagnóstico es completamente gratuito y, en él, nuestros médicos capilares determinan la viabilidad del trasplante capilar, así como una estimación de las unidades foliculares a implantar, entre otros.

Una vez que el paciente está conforme y decide dar el paso, comienza el preoperatorio del injerto capilar en donde el paciente deberá cumplir con ciertas normas médicas para asegurarnos de que el cuero cabelludo llega en perfectas condiciones a la cirugía.

Diseño de la zona receptora y donante

El día de la intervención, el equipo médico realiza el diseño de la zona receptora, aquella afectada por la alopecia, en función de los gustos y expectativas del paciente, así como de su fisionomía.

Rasurado

Salvo casos en los que se puede proceder con el injerto capilar sin rapar, se le debe rasurar toda la cabeza al paciente. El largo del cabello debe quedar en 1 o 2 milímetros, aproximadamente, para poder proceder con la extracción e implantación correctamente.

Aplicación de la anestesia

Ya una vez en quirófano, el equipo médico aplica la anestesia. En el injerto capilar únicamente se emplea anestesia local, no general, permitiendo al paciente regresar con normalidad a su domicilio. Aunque no recomendamos conducir tras un injerto capilar en ningún caso.

Esta fase suele ser la más molesta de todas y, en consecuencia, en Hospital Capilar ponemos a disposición de nuestros pacientes la preanestesia. Se trata de la aplicación de lidocaína mediante impulsos cinéticos en el cuero cabelludo, adormilando la zona donde, posteriormente, se inyecta la anestesia.

Extracción de las unidades foliculares

Una vez anestesiado todo el cuero cabelludo, el equipo comienza con la extracción de las unidades foliculares de la zona donante. Con la técnica FUE, esto se lleva a cabo de manera individual mediante un punch con micromotor sin dejar cicatrices visibles.

Cuando los folículos se van extrayendo, se colocan en placas de Petri para su mejor conservación.

Realización de incisiones en la zona receptora

Una vez extraídas las unidades foliculares necesarias, el médico cirujano procede a realizar las incisiones en el área afectada por la calvicie. Éstas se llevan a cabo con un bisturí de zafiro, ya que permite una mejor angulación, reduce el sangrado y favorece la posterior cicatrización.

Implantación de las unidades foliculares

En esas cavidades se implantan las unidades foliculares previamente extraídas de manera individual. Con ello se da por finalizado el injerto capilar y comienza el posoperatorio.