Minoxidil: ¿Es un tratamiento indicado para mujeres?

¿Qué es el Minoxidil?

El Minoxidil es un fármaco vasodilatador que mejora el riego sanguíneo hacia los folículos pilosos facilitando la llegada de nutrientes y oxígeno. Gracias a ello se estimula el crecimiento y grosor del pelo, además de reducir la caída del cabello. Este tratamiento podemos encontrarlo en formato oral, el más común, y tópico, además de en diferentes concentraciones. 

¿Las mujeres pueden utilizar Minoxidil?

Ante la gran pregunta sobre el Minoxidil es un tratamiento para mujeres, la respuesta es sí incluso se considera un tratamiento muy eficaz para la alopecia en mujeres. Por lo tanto, el Minoxidil es un tratamiento unisex aunque las dosis que se emplean en mujeres son más bajas de las que se utilizan en los varones. 

¿En qué situaciones no está recomendado el uso de Minoxidil?

Aunque el Minoxidil es generalmente seguro para la mayoría de las mujeres, existen determinadas situaciones en las que no se recomienda su consumo.

•  Embarazo y lactancia. No se recomienda el consumo de Minoxidil durante el embarazo ni lactancia, ya que puede elevar la tensión arterial de la madre y no existen suficientes estudios sobre si el compuesto puede se excretado en la leche materna y afectar al bebé.
• Menores de 18 años. No se han establecido su seguridad y eficacia en mujeres en este grupo de edad. 
• Personas con sensibilidad en el cuero cabelludo. El Minoxidil en formato tópico puede ocasionar en algunas personas irritación y sensibilidad en el cuero cabelludo. En estos casos se recomienda suspender su uso.

¿Cómo utilizar Minoxidil en mujeres?

El Minoxidil oral debe consumirse en las tomas y dosis pautadas por el médico especialista. Normalmente suele tratarse de un comprimido diario, preferentemente tomarlo por la noche. 

Si se aplica el Minoxidil tópico, basta con aplicarlo en el cuero cabelludo y dar un ligero masaje con la yema de los dedos para su mejor absorción. No se debe lavar el pelo inmediatamente después. 

Recuerda que el Minoxidil es un medicamento y, como tal, debe utilizarse bajo la supervisión de un profesional médico.