Cuando acudimos a un especialista en salud capilar podemos sorprendernos ante la complejidad interna que tiene en apariencia algo tan sencillo como un pelo. Unidades foliculares, bulbos pilosos, tallo, folículo… Hay un sinfín de palabras que involucran al cabello y hoy queremos centrarnos en una en concreto: ¿Qué son los folículos pilosos?
Aunque no lo parezca, es muy interesante saber qué son los folículos pilosos ya que definen una parte intrínseca dentro del propio proceso de un injerto capilar.
Aunque los folículos pilosos comúnmente se confunden con el folículo como tal, que es el pelo, lo cierto es que los folículos pilosos son los huecos por donde crece este propio pelo. Es decir, en la piel tenemos huecos muy pequeños que son por los que sale el pelo nativo, y éstos reciben el nombre de folículo piloso.
Ahora que hemos visto qué es un folículo piloso, ¿qué diferencia hay entonces con folículo y cabello? Mientras que el primero es el hueco, los otros dos hacen referencia al pelo como tal; la diferencia principal por tanto es que el folículo es la parte interna del pelo, aquella que no vemos, y el cabello es la parte que vemos crecer en la superficie de la piel.
Por tanto, estas tres cosas no son lo mismo y es conveniente aprender las diferencias que existen.
Por último, queda diferenciar qué son los folículos pilosos y qué son las unidades foliculares. La principal diferencia es que los folículos pilosos son la apertura por la que crece el pelo, mientras que las unidades foliculares son las “bolsitas” donde crece, y en ellas puede haber de 1 a 5 pelos, a veces más en ciertas patologías.
Además de ser la abertura por la que crece nuestro pelo, nuestro equipo médico asegura que los folículos pilosos tienen una función sensorial relacionada con el sentido del tacto. Cuando por ejemplo movemos nuestro pelo, hace que se activen las terminaciones nerviosas que producen que sintamos el movimiento.
Por tanto, no simplemente es un hueco sino que tiene una función intrínsecamente unida a las sensaciones y al tacto.
Cuidar el cabello es imprescindible si queremos que luzca sano y en su mejor estado, por esa podemos buscar tratamientos y soluciones en aquellos casos donde consideramos que nuestro pelo necesita una ayuda extra.
A continuación, te contamos algunas de las soluciones capilares que pueden ayudarte a paliar tus problemas capilares:
Usando el plasma del propio paciente para conseguir la parte rica en plaquetas, este tratamiento ayuda a aumentar el grosor de nuestro pelo nativo y evitar la miniaturización del mismo.
En cambio, el HRT consiste en farmacomesoterapia adaptada que ayuda a frenar la caída del pelo nativo y el avance de la alopecia. Por tanto, debe ser una especialista quien nos indique qué es lo mejor para nuestra problemática particular.
Cuando perdemos el pelo nativo y queremos recuperarlo, el injerto capilar se convierte en la solución más recomendada para conseguir un resultado natural y con densidad usando nuestro propio cabello.
A través de la técnica FUE se extraen las unidades foliculares de la zona donante del paciente, para después implantarlas en la receptora. A los seis meses veremos los primeros resultados, aunque hasta el año no veremos los definitivos, dieciocho meses en el caso de la coronilla.
Aunque nuestra alopecia seguirá avanzando, gracias al injerto capilar puedes recuperar la densidad perdida en aquellas zonas donde el pelo ya no crece.
Previamente hay que realizar un diagnóstico para determinar qué puede realizarse y si se es apto para un injerto capilar
En Hospital Capilar encontrarás un equipo médico experto con el que conseguir los mejores resultados estéticos. Todas nuestras cirugías capilares se llevan a cabo con la técnica FUE, ya que no deja cicatrices visibles. Solicita tu primer diagnóstico sin coste y ponte en las mejores manos.
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