La foliculitis se engloba dentro de las diversas patologías que pueden afectar a nuestro cuero cabelludo y que resultan molestas en nuestro día a día, así como pueden resultar un impedimento a la hora de realizarse un injerto capilar, o después de la intervención.
En este artículo te contamos qué es, sus causas y cómo detectarla.
La foliculitis es una infección del folículo polisebáceo, generalmente producida por bacterias.
Es importante controlar este tipo de infecciones porque pueden desencadenar lesiones cicatriciales a nivel del lugar donde se desarrollan.
Sin embargo, lo habitual es que se dé en caso leves y que en unos días se solucione tomando unas medidas básicas y/o la medicación que el especialista te recomiende.
La foliculitis tiene una serie de síntomas claros gracias a los cuales es muy fácil detectar su aparición.
Los tipos de foliculitis se engloban en dos grupos según su seriedad. Existen las foliculitis superficiales y las profundas.
Las foliculitis superficiales afectan solo a una parte del folículo sin dañarlo por completo. El agente causal con mayor frecuencia es S. Aureus. Y hay factores como la depilación, el afeitado profundo , la sudoración o la humedad que favorecen su aparición.
Aparece como pápulas eritematosas perifoliculares que posteriormente desarrollan pústulas blancoamarillentas centradas por un pelo y rodeadas por un halo inflamatorio.
En ocasiones es difícil diferenciarlo de otras foliculitis o patologías en las que coexisten papulas similares y agentes concomitantes.
También puede deberse a otras causas como las pesudomona auriginosa.
Este tipo de foliculitis también se conoce como foliculitis de jacuzzi y puede presentarse con la erupción de bultos rojos que provocan picor intenso. Suele aparecer tras haber estado en lugares como piscinas y jacuzzis con los niveles de cloro y pH mal regulados.
La foliculitis profunda es más grave porque afecta a la totalidad del folículo. Dentro de ellas encontramos diferentes agentes causales que afectan a distintas localizaciones. Como ejemplo tenemos la sicosis de la barba, el forúnculo o el orzuelo, que es una foliculitis de pestaña.
Suele darse en los hombres cuando se comienzan a afeitar y que puede provocar pústulas que sin un tratamiento adecuado puede s¡llegar a convertirse en crónica.
Ahora que hemos explicado los tipos de foliculitis que existen, te contamos qué puede ayudarte a prevenirla:
La fricción de la ropa contra la piel puede ayudar a padecer foliculitis.
La humedad no es buena a la hora de evitar una foliculitis ya que los hongos y bacterias se desenvuelven bien en ella.
Si tienes propensión a que los pelos se enquisten y además tienes el pelo rizado, evita afeitarte en medida de lo posible para mantener la piel sin irritaciones ni vellos encarnados.
Es necesario mantenerla siempre limpia y echarle el cloro necesario con la regularidad que marcan los expertos, así como debemos de asegurarnos que cualquier piscina o jacuzzi externo que utilicemos esté igual de bien cuidado.
Tener la piel limpia y fresca en todo momento nos ayuda a que las bacterias no ahonden bajo la superficie cutánea, evitando en muchos casos la foliculitis o consiguiendo que sea lo más leve posible.
En Hospital Capilar somos especialistas en el cabello y estaremos encantados de ver tu caso de manera personalizada para ayudarte a encontrar la mejor solución. ¡Te esperamos!
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