Entre los diferentes tipos de alopecia que pueden ser el origen de una caída repentina del cabello, se encuentra la conocida como alopecia ferropénica. Es una de las más comunes sobre todo entre las mujeres y produce una falta de densidad capilar considerable y de volumen. Conocer cuáles son los síntomas y el tratamiento, además de por qué se desarrolla, es clave para ponernos en manos de profesionales ante los primeros signos evidentes.

Desde Hospital Capilar te contamos todo lo que debes saber sobre la alopecia ferropénica, segundo tipo de alopecia más común entre la población femenina, cómo identificarla y qué hacer cuando aparecen los primeros síntomas.

¿Qué es la alopecia ferropénica?

La alopecia ferropénica, también conocida como sideropénica, es un tipo de caída del cabello que se desarrolla cuando se tiene un déficit de hierro, o anemia. Cuando no se alcanzan los niveles suficientes de hierro se reduce considerablemente la producción de hemoglobina. Se trata de una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones a todo el cuerpo, incluidos a los folículos pilosos. Esto hace que el cuerpo no se oxigene lo suficiente y entre en anemia desarrollando síntomas como cansancio, dificultad para respirar, uñas quebradizas y débiles, así como piel pálida y mareos.

En lo que respecta al plano capilar, según los médicos de Hospital Capilar la anemia o falta de hierro impide el correcto funcionamiento de los folículos pilosos derivando en lo que se conoce como alopecia ferropénica. El cabello, al igual que las uñas, comienza a debilitarse a no recibir los niveles de oxígeno y nutrientes suficientes. En consecuencia, se obtiene un cabello más debilitado, fino, sin fuerza ni volumen, y conduce a una pérdida capilar considerable.

Causas de la alopecia ferropénica

La causa que conduce a una alopecia ferropénica es la falta de hierro única y exclusivamente. Sin embargo, se pueden identificar diferentes situaciones por las que el cuerpo entra en anemia y conduce a la caída aguda del pelo.

Menstruación

Como hemos comentado anteriormente, la alopecia ferropénica afecta tanto a hombres como a mujeres, pero existe un mayor porcentaje en éstas. Esto se debe a que la mujer pasa más a menudo por fases donde pueden darse bajos niveles de hierro como la menstruación. Sobre todo en mujeres con sangrado abundante se suele padecer anemia con mayor frecuencia.

Embarazo

Otro de los factores que conducen a unos niveles más bajos de hierro es el embarazo. La mujer demanda más hierro cuando está en periodo de gestación y, en muchas ocasiones, no se llegan a los niveles adecuados. También tras el parto y el periodo de lactancia, siendo muy habitual el diagnóstico y tratamiento de anemias en mujeres tras su embarazo.

Deporte de alta intensidad

Los deportistas que frecuentemente practican deportes de alta intensidad que entrenan con grandes cargas tienen un mayor riesgo de padecer alopecia ferropénica. En deportes como el crossfit o el fitness el cuerpo demanda mayores niveles de hierro y en ocasiones no son suficientes. Es importante controlar los niveles de hemoglobina en deportistas de élite ya que, si se padecen niveles bajos, los músculos no reciben el oxígeno suficiente para funcionar y, en consecuencia, empeorará su rendimiento.

Mala alimentación

No seguir una dieta equilibrada donde incorporemos legumbres, carnes rojas y frutos secos, entre otros, puede conducir a que el cuerpo entre en estado de anemia por una falta de hierro y producirse una alopecia ferropénica. Además, cabe destacar que alimentación y caída del pelo están relacionados pudiendo ser el origen de un efluvio telógeno al no aportar al organismo los nutrientes necesarios que necesitan los folículos pilosos para funcionar correctamente. 

Síntomas de alopecia ferropénica

Identificar los posibles síntomas de una alopecia ferropénica es clave para saber cuándo el pelo se cae debido al propio ciclo de vida del cabello o, por el contrario, estamos ante un problema de salud que es necesario tratar.

Caída del pelo abundante

Uno de los síntomas más evidentes de alopecia ferropénica o caída del pelo por falta de hierro es, precisamente, una pérdida capilar muy abrupta y considerable. Hay que tener en cuenta que el pelo se cae de manera natural y a diario es común que se desprendan 100 pelos aproximadamente. Cuando este número aumenta, es posible que estemos ante algún tipo de alopecia que es conveniente identificar para ponerle solución lo antes posible.

En el caso de alopecia ferropénica, el pelo cae aproximadamente dos meses más tarde de ocurrir la falta de hierro. Se produce lo que se conoce como efluvio telógeno agudo y puede durar hasta cuatro meses. Este tipo de pérdida capilar normalmente es reversible y cesará con el tiempo y una vez solucionada la falta de hierro, aunque puede llegar a volverse crónica cuando no se trata adecuadamente o a tiempo.

Menor densidad capilar

La caída del pelo por falta de hierro suele ser tan abrupta que acompaña con una falta de densidad capilar. La persona nota que los recogidos son menos voluminosos y más finos, además de notarse una menor cantidad de pelo. Normalmente este tipo de alopecia no conlleva la aparición de zonas sin pelo siempre que se trate de un efluvio telógeno, pero sí se experimenta una pérdida de densidad considerable.

Menor volumen en el pelo

El pelo se vuelve más fino y pierde volumen y movimiento. Además, también se reduce su calidad en cuanto a brillo y textura, lo que suele hacer aún más llamativos los efectos de la alopecia ferropénica.

Alopecia areata o androgénica

La falta de hierro, aunque normalmente cursa como un efluvio telógeno, puede también agravar alopecias incipientes como la alopecia androgenética y la alopecia areata. En estos casos sí se producen calvas o zonas sin pelo y es de carácter más urgente recurrir a profesionales médicos para ponerle solución.

¿Cómo se trata la alopecia ferropénica?

Para tratar la alopecia ferropénica se aborda desde diferentes perspectivas, aunque lo fundamental para reducir sus efectos es tratar el problema de base. A continuación te mostramos los tratamientos más frecuentes de alopecia ferropénica.  

Fármacos para la anemia

Si tras una analítica de control se comprueba que es una falta de hierro lo que produce síntomas de alopecia ferropénica, se recomienda el consumo de fármacos para tratar la anemia. En la mayoría de los casos basta con este tipo de medicamentos para reducir la caída, aunque una vez comenzado el tratamiento el efecto no es inmediato y transcurrirán unos meses hasta que el cabello vuelva a la normalidad.

Dieta equilibrada y rica en hierro

Uno de los factores más importantes para hacer frente a la alopecia ferropénica es la dieta que llevemos. En estos casos deberemos consumir con mayor frecuencia alimentos como legumbres, carnes rojas o frutos secos para aumentar de manera natural los niveles de hierro, y por lo tanto de hemoglobina, en nuestro organismo.

Tratamientos capilares adaptados

Al solucionar el problema de base, como hemos comentado, no será hasta pasado un tiempo cuando notemos que la caída del pelo cesa. Esto puede solucionarse con tratamientos médico capilares adaptados a cada paciente como el PRP capilar o la mesoterapia capilar. Gracias a este tipo de técnicas se activa el correcto funcionamiento de los folículos pilosos reduciendo considerablemente la caída del cabello, mejorando su calidad, brillo y textura.