Ante una caída del cabello fuera de lo habitual que además acompaña con zonas calvas es fundamental acudir a una clínica capilar para recibir un diagnóstico. De esta forma el equipo médico determina el tipo y grado de alopecia del paciente. Pero, ¿cuántos tipos de alopecia existen? Lo cierto es que hay varios, y dependiendo del tipo que se trate se optan por unos tratamientos capilares u otros, e incluso puede influir en que se pueda realizar o no un injerto capilar.
Por esa razón, desde Hospital Capilar, clínica capilar en Madrid, Murcia y Pontevedra, te contamos cuáles son los distintos tipos de alopecia que existen, cómo identificar cada uno y sus principales tratamientos. ¡A continuación!
Son muchos los factores que pueden provocar la caída del cabello en hombres y mujeres. En función del patrón de caída, el estado del cuero cabelludo y los síntomas con los que curse se determina cuál de entre los principales tipos de alopecia se trata. De esta forma el equipo médico estudia si la caída del cabello es reversible, el tratamiento más recomendable, así como la viabilidad del injerto capilar si fuese necesario, entre otros.
Los diferentes tipos de alopecia se pueden dividir en dos grandes grupos: alopecias cicatriciales y alopecias no cicatriciales. Dentro de cada uno encontramos otros tipos de alopecia pero con una característica en común: la presencia de tejido cicatricial o, en caso de las no cicatriciales, la ausencia de él.
Los tipos de alopecia no cicatriciales son aquellas que no implican la aparición de cicatrices en el cuero cabelludo. Éstas suelen ser las más comunes y sencillas de tratar, además de ser las más viables a la hora de realizar un injerto capilar FUE.
La alopecia androgénica es la más extendida, sobre todo entre el público masculino. Se debe a factores genéticos y hormonales, en concreto por la acción de la denominada Dihidrotestosterona. Ésta ataca a los folículos pilosos provocando miniaturización del pelo y la posterior caída. Esta pérdida capilar no es reversible, por lo que el cabello que cae no volverá a crecer. La única forma de volver a recuperar el cabello en estos casos es con el implante capilar.
Suele empezar por la zona de las entradas y de la coronilla, extendiéndose hasta el resto del cuero cabelludo poco a poco. La alopecia androgénica se mide con la escala Hamilton-Norwood en hombres, y en el caso de alopecia androgénica femenina con la escala Ludwig.
La alopecia difusa es aquella caracterizada por una miniaturización del cabello, que va perdiendo su grosor hasta desaparecer por completo. Los tratamientos de mantenimiento ayudan a evitar que se produzca esta miniaturización pero, en caso de desaparecer por completo, tendremos que acudir al injerto capilar para recuperar el cabello.
La alopecia difusa hace que el paciente pierda mucho cabello en poco tiempo. La falta de densidad no se da en frontal y coronilla como ocurre en casos de alopecia androgénica, sino de forma generalizada.
En el caso de la alopecia areata la caída del cabello es irregular. Esto significa que veremos calvas en el cuero cabelludo sin un orden aparente y, normalmente, en forma de parches redondos.
La alopecia areata es de origen autoinmune, es decir, es el propio sistema inmunitario de la persona el que ataca a los folículos pilosos de manera aleatoria provocando la caída irreversible del cabello.
Hay ciertos tipos de alopecia que son temporales, y eso es lo que ocurre con la alopecia nerviosa. Este tipo ocurre debido, precisamente, a factores como el estrés, nervios o ansiedad. No suele generar calvas, pero el paciente sí experimenta una falta de densidad y caída capilar intensa.
Normalmente no debe de preocuparnos, porque es un tipo de alopecia temporal. Eso sí, puede servir de aliciente para provocar otros tipos de alopecia que estaban latentes.
La alimentación es también un factor que influye en el estado de nuestro cabello; una mala alimentación puede agravar la caída capilar.
Por último, en esta lista de tipos de alopecia queremos hablar de la alopecia traumática. Este tipo también suele ser temporal, producido por una situación que hace que se caiga el cabello, como puede ser una mala decoloración del mismo.
Las alopecias cicatriciales son aquellas que generan tejido cicatricial en el cuero cabelludo, es decir, conlleva la aparición de cicatrices. No suelen ser los tipos de alopecia más comunes, aunque sí son algo más complejos de tratar.
La alopecia frontal fibrosante se piensa que es de origen autoinmune y hormonal, lo que implica que el sistema inmunitario del paciente es el que destruye los folículos pilosos dejando una cicatriz. Principalmente provoca un retroceso en la línea frontal del cabello, es decir, el nacimiento del pelo comienza cada vez más atrás. Incluso, el paciente puede experimentar falta de densidad en las cejas.
El liquen plano conlleva la caída irreversible del cabello debido a la acumulación de queratina en el cuero cabelludo. No se sabe exactamente qué es lo que provoca este tipo de alopecia cicatricial, aunque se piensa que puede influir la toma de ciertos medicamentos o el padecer determinadas enfermedades.
El liquen plano produce síntomas como picor del cuero cabelludo, aparición de costras y caída capilar en forma de parches.
La foliculitis decalvante conlleva la aparición de pústulas en el cuero cabelludo. Esto provoca que los folículos pilosos se inflamen y se desprendan, por lo que el pelo que cae no volverá a crecer. Puede provocar también picor de cabeza y enrojecimiento del cuero cabelludo.
El lupus se trata de una enfermedad autoinmune que afecta a los tejidos que, en muchos casos, puede provocar la caída irreversible del cabello. En estos casos, el paciente experimenta adelgazamiento del cabello y pérdida de densidad capilar. En los casos más avanzados, surgen parches calvos con tejido cicatricial.
No se puede identificar como un tipo de alopecia en sí, pero la aparición de cicatrices por traumatismos, quemaduras o cirugías previas provocan zonas sin pelo. En ese tejido cicatricial no volverá a crecer cabello.
Es realmente importante solicitar un diagnóstico médico antes de que los efectos de la alopecia sean mayores. Gracias a este proceso se consigue analizar cada caso de forma personalizada para ver qué solución es la más efectiva.
Entre otras cosas, este diagnóstico analiza estos tres puntos:
Es importante analizar el avance de la alopecia, viendo cuál es el grado de falta de densidad que hay para ver cuánto es lo que hay que cubrir y si la zona donante llega para cubrirlo en caso de injerto capilar.
Entre otros factores a analizar previos al implante capilar, también hay que ver el tipo de alopecia presente de forma que se pueda ver si es operable o no, dependiendo de por ejemplo de si es un tipo de alopecia autoinmune.
Además, es importante determinar el tipo de alopecia para recomendar el tratamiento capilar más efectivo en cada caso. Normalmente se emplea mesoterapia capilar y el Plasma Rico en Plaquetas para frenar la caída del cabello sobre todo en casos de alopecia androgénica o efluvio telógeno.
También es importante ver la calidad de nuestro cabello, ya que influye notablemente en la sensación visual que vayamos a tener con el resultado del injerto capilar.
Recibir un diagnóstico médico personalizado para determinar el tipo de alopecia que provoca la caída del cabello es fundamental para recibir el tratamiento más adecuado. En Hospital Capilar encontrarás un equipo médico experto con el que tratar tu caso de manera eficaz. ¡Solicita tu diagnóstico sin coste!
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